miércoles, 7 de abril de 2010

LA TEJERA

Enotno de La Tejera

Por la carretera de Navares, al final de las eras, a mano derecha sale un camino dirección sur, a media hora de agradable paseo entre terrenos de labranza y eriales llegamos a La Tejera, situada en la falda norte del Cerro permanecen sus ruinas ocultas tras un buen número de almendros, en pleno floración por esta época.

Ruinas

En sus instalaciones se elaboraban las tejas que servían para cubrir los tejados de las casas, portadas, casetas, tenadas y demás construcciones, no sólo de Urueñas sino también de los pueblos cercanos.
.
Edificio principal
.
La teja tradicional o teja árabe es una pieza de barro cocido en forma de canal que fue introducida por los árabes.Tiene unas dimensiones paroximadas de 45 cm de largo por 30 de ancho en su parte más amplia y 25 cm en su parte estrecha con un peso aproximado de 2,5 kg.
Su colocación en los tejados se hace de tal manera que vierten el agua de una a otra y las últimas desaguan al terreno, a un canalón o sobre otro tejado; según la colocación de la teja se denomina "canal" si presenta a la lluvia su superficie cóncava y "cobija" si presenta la superficie convexa.

Puerta de acceso al horno

Los materiales para la construcción de las tejas se obtenían de la zona, se contaba con un pozo de donde se obtenía el agua necesaria para trabajar el barro que luego se introducía en el horno para su cocción. La teja obtenida era del tipo árabe que se caracteriza por su bajo coste de elabroación, durabilidad y poco mantenimiento.

Pilares de la puerta de entrada al recinto en el muro sur

Más o menos el proceso sería algo parecido al siguiente:

En una explanada se extendía la tierra y se trituraba con un rodillo de piedra que era arrastrado por una caballería y con mazas a mano, la tierra en su elaboración final debía quedar bien molida y sobre todo bien seca, pues de lo contrario, no se remojaba bien en la pila.
.
Posteriormente en un hoyo cavado en el suelo se amasaba el barro hasta conseguir que estuviera bien batido La tierra arcillosa tenía que estar carente de piedras y arena, ya que de no ser así, al cocer la teja, las piedras se convertían en cal dando lugar a la rotura de la teja o a un agujero en la misma.
.
Un requisito imprescindible era el pozo de agua o manantial próximo con suficiente agua para cubrir las necesidades del tejar. (en La Tejera se dan los dos casos, un pozo, hoy cenagado y un manantial, la "Fuente la Tejera")
.
Una vez bien amasado el barro, se extendía en el interior de unos moldes, llenadolos éstos y alisándolos por la parte superior con un rasero, la pieza era depositada en el suelo de la explanada para su secado y posterior almacenamiento a la espera de su introducción en el horno para su cocción.

Pared este del recinto

Reunidas las tejas suficientes y ya secas, para llenar el horno, se procedía a efectuar la faena más complicada. El horno, que tenía que ser una estructura fuerte para resistir las altas temperaturas, tendrá una forma cúbica, en su interior, las tejas se colocarían una tras otra formando hileras hasta completar la base, se podría repetir esta operación en distintas alturas para arpovechar mejor el espacio y aumentar la capacidad del horno.
.
La cocción de la teja era la operación más delicada de todo el proceso, requiriéndose toda la experiencia del tejero para conseguir el punto adecuado de cocción, ya que de ello dependía la duración de las tejas: si se cocían poco no adquirían la consistencia necesaria y si se hacían demasiado se torcía la teja quedando invalidada para su uso.
.
En un lateral del horno y por su parte más baja, había una tobera que comunicaba con la caldera que consistía en una cavidad, donde se generaba el fuego .
.
Acabada la cocción se producía un enfriamiento lento y progresivo quedando las piezas con un nivel de cocción igualado. Una vez finalizado el proceso, se ejecutaba el vaciado del horno, almacenando las tejas ya listas para ser vendidas.
.
Las tejas eran acarreadas posteriormente con burros, machos o carros a su lugar de destino, bien en Urueñas o en los pueblos cercanos.

Todavía se pueden obsrvar restos de la actividad que se producía en La Tejera

En la actualidad todo el complejo está totalmente abandonado y en estado de ruina pero aún se mantiene en pie el que fuera la construcción principal donde se puede apreciar el arco de medio punto que daba entrada al edificio y que contenía el horno así como partes de la pared que rodeaba toda la instalación, también se conservan los pilares que sujetaban el dintel de la puerta de entrada en el muro sur.
.
Almendro en flor en La Tejera

Llama la atención la ubicación del tejar de Urueñas, ya que lo normal es que hubiera estado oritentado hacia el sur con el fin de aprovechar todas las horas posibles de sol con el fín de acelerar el secado de las tejas antes de la introducción en el horno.
El oficio de tejero es otro de los que poco a poco se van perdiendo en el pueblo.

1 comentario:

  1. Muy buen reportaje, si señor.
    Con esta entrada tardará en olvidarse el oficio de tejero.

    Emilio

    ResponderEliminar