Ya quedan muy pocas construcciones tradicionales en pie, el paso del tiempo, su situación de abandono y la construcción de nuevas viviendas sobre las antiguas, han dado como resultado la práctica desaparición de estos edificios.
La construcción típica era de piedra, dada la abundancia de ésta en el término, lo que proporcionaba material barato para su construcción, los tabiques interiores estaban construidos a base de adobe, (barro y paja) formando una especie de ladrillos. En la planta baja se encontraban las habitaciones, una cocina y la salilla, que hacía las veces de "comedor".
La distribución de la casa se caracterizaba por una estancia en la parte inferior denominada cuadra, destinada a las caballerizas que de paso proporcionaban calor en los meses más fríos del invierno, en el piso superior se situaba la cámbara que era usado para el almacenaje del grano procedente de la siega y que también aislaba del frío la estancia.
En el corral se situaba la portada cuyo uso era el de guardar los aperos de labranza, leña, paja y dar cobijo a las gallinas que campaban a sus anchas por el corral.
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