miércoles, 22 de julio de 2009

CIEN GALLINAS EN UN CORRAL CADA UNA TIENE UN CANTAR


No hace tanto tiempo en casi todas las casas había gallinas para el consumo familiar de huevos y carne.
Durante el día estaban picoteando por el corral o cerca de la casa, en cuanto anochecía las gallinas se recogían en el gallinero que disponía de unos palos largos colgados del techo o sujetos en las paredes, horizontales al suelo donde se subían para pasar la noche, al amanecer ya salían de nuevo a picotear hierbas o escarbar por los corrales.
Además de las gallinas siempre había algún gallo, se les tenia para gallar a las gallinas y para carne para alimentarse.
En los gallineros también estaban los nidales, que consistían en algunos cajones o cestas rellenas de paja y que era donde ponían los huevos las gallinas.
En primavera, algunas se ponían cluecas, debido a que les aumentaba la temperatura del cuerpo y dejaban de poner huevos, era el momento en que las gallinas incubaran entre doce y catorce huevos, al cabo de los veintiún día solían salir los pollitos, los huevos que no estaban galleados no daban pollos y se les denominaba güeros.
Me gusta ver a la gallina caminado y todos los polluelos detrás, si detectan algún peligro todos los pollos se refugian en la madre que abre las alas para protegerlos y repeler el peligro.

”En casa de Gonzalo manda más la gallina que el gallo”

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