.Si “ayer” nos acostábamos en el Duratón, “hoy” amanecemos en el mismo lugar, pasamos de una noche de estrellas y luna a una mañana de oscuros nubarrones, el escenario el mismo, el incomparable paisaje de rocas, agua, desfiladeros y buitres.
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.Esa mañana de finales de agosto tocaba salir con la bici pero ya la noche anterior “el hombre del tiempo” (bueno mejor dicho la “chica del tiempo”) anunciaban tormentas desde primera hora de la mañana, efectivamente cuando me levanto miro por la ventana y el panorama no invita a montar en bici, aire, cielo nublado,… mejor volver a la cama…..pero una vez despierto es tontería…, me tomo un café rápido, cojo la mochila, el coche y dirección a la ermita de San Frutos del Duratón.
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.Al llegar allí la soledad es absoluta, acrecentada por la meteorología, por la zona de Cantalejo unas nubes amenazadoras se iban aproximando, un fuerte viento hacía ese viaje más rápido, no había tiempo para mucho antes de que comenzara a llover, me situé en el pequeño mirador natural desde el que se divisa la última hoz antes de llegar a la presa del “Burguillo”, con la ermita y la pequeña península donde ésta se sitúa al fondo.
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.Cámara en el trípode, fotos rápidas y algunas pruebas con algún filtro y rápido al coche que comienza a llover, hoy no da tiempo para más, dejo San Frutos como me lo encontré sin ningún intruso en sus dominios, con su hermosa soledad, hoy ni siquiera los buitres salen de sus abrigos ante la que se avecina.
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Magníficas fotos. Abrazos.
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