miércoles, 4 de mayo de 2011

EL VIEJO DEPÓSITO

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Dos son los edificios que más sobresalen sobre los tejados de Urueñas, el primero y más simbólico la espadaña de la Iglesia adornada por las campanas, la veleta y desde hace unos años el retorno de la cigüeña.

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El otro edificio sobresaliente es el viejo depósito de agua, situado en la zona alta del pueblo se eleva con majestuosidad sobre las casas del pueblo contemplando el devenir de sus habitantes. Desde prácticamente todo el término, lo primero que se ve al acercarse al núcleo urbano es el estilizado depósito.
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Su planta es la típica de muchos depósitos de otros pueblos castellanos, una base cilíndrica o pie, rodeada de columnas de ladrillo y unidas por arcos, formando un total de ocho cuerpos, el espacio entre columnas enfoscado en blanco le da el colorido característico de este tipo de construcciones. Debajo de cada arco se abre un ventanal redondo con la función de da luz a la base del depósito.

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La parte más alta es el depósito propiamente dicho coronado por un respiradero y la veleta.

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En su interior una escalera metálica de fuerte inclinación va ascendiendo hasta lo alto, donde hoy los únicos visitantes son palomas y golondrinas.

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Este depósito está ya en desuso, con el tiempo se han construido dos nuevos depósitos en la zona del Calvario desde donde se abastece de agua al pueblo, ahora el viejo depósito queda como testigo mudo de la vida del pueblo, alzándose orgullos sobre el resto de edificios, oteando todo lo que ocurre en las calles y campos de Urueñas.

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2 comentarios:

  1. Buenas tomas y estupendo reportaje el que nos ofrece de estos "emblemáticos" lugares.
    Saludos cordiales.
    Ramón

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  2. Hola Javi, ¡ya echábamos de menos estos reportajes donde nos acercas un poquito cada semana a ese nuestro pueblo!.
    Reflejas la importancia que se merece este simbólico monumento urueñino. Me ha encantado esa frase donde dices.."oteando todo lo que ocurre en las calles y campos de Urueñas".
    Muestras esa textura de sus ladrillos y pared envejecida por el paso del tiempo dañado por esas duras condiciones climatológicas castellanas. De nuevo ¡genial!. Un saludito

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